Ortodoncia

– Mejor estética facial y dental, ya que proporciona un paladar más ancho y, por tanto, una sonrisa más amplia y radiante.
– Más hueso para soportar los dientes, con lo que en el futuro habrá menos recesiones gingivales y disminuiran los problemas de encías.
– Reducción del porcentaje de casos que precisen extracciones o cirugía.
– Al tener más espacio lograremos una mejor oclusión y una mayor estabilidad.
– La cara se desarrollará más centrada, por lo cual habrá menos asimetrías.

• Diagnóstico y plan de tratamiento.
• Realización de fotografía y comunicación con el laboratorio.
• Prueba Moch up y aceptación de presupuesto.
• Se realiza el tallado y impresiones de las microcarillas.
• Toma de color del paciente para una próxima provisionalización.
• Se prosigue con el cementado feldespato o E-MAX. Se controla que la oclusión sea la correcta.
• Finalmente se termina con la preservación de carillas.

Dependerá del problema original, pero en el caso más frecuente, la falta de espacio, ya hace más de 50 años que se sabe que la arcada es más grande a los 5 años que a los 18 años, aunque parezca mentira. Por ello, una dentición apiñada sólo puede empeorar. El consejo de esperar a ver si mejora, sin haberlo valorado un ortodoncista, es negligencia en muchos casos, o ignorancia en otros. Serán niños con un gran apiñamiento y los caninos sin espacio, con falta de hueso. Se podrán tratar, pero quedarán peor.

En nuestro Centro el coste y la duración del mismo, en dos fases, es igual al de una sola fase y, en cambio, el resultado será mejor y más estable a lo largo de los años.

• Maxilar superior estrecho y falta de espacio para los dientes: es el problema más frecuente. Puede ir acompañado de mordida cruzada o no. La disyunción o expansión del hueso a nivel alto produce una arcada más ancha para toda la vida. Además mantendremos el espacio que dejarán los molares de leche, que son más grandes que los permanentes, con lo cual disminuimos la necesidad de extracciones en la segunda fase.
• Maxilar superior adelantado o dientes hacia afuera: suelen ir acompañados de una gran estrechez, por lo cual primero se ensancharía. Y, si hace falta, se armonizarían los maxilares. Posteriormente, en la Fase II, se corregirá el problema de los dientes hacia afuera.
• Maxilar superior hacia atrás y mandíbulas grandes: pueden incluir desde el simple defecto estético facial hasta una gran mordida cruzada o progenie. En esta fase se debe ensanchar y adelantar el maxilar superior, con la consiguiente reducción de cirugía el día de mañana. La mandíbula, en cambio, no se puede reducir de tamaño.
• Sobremordida: cuando los dientes inferiores tocan la encía superior, se puede esperar, o no, en función de otros problemas añadidos.
• Mordidas abiertas: suelen tener el maxilar estrecho y un hábito. Por ello, es más fácil de pequeños.
• Dientes con espacios: se debe evaluar la necesidad de tratamiento actual o futuro.